Aunque a veces no les damos toda la importancia que merecen, unas llantas limpias marcan la diferencia entre un coche que parece nuevo y uno que parece descuidado, además, también prologan su vida útil. La buena noticia es que mantenerlas limpias no requiere ser un profesional de ningún tipo. Basta con saber algunos trucos prácticos, tener los productos adecuados y darles un poco de mimo. Hoy, os contamos los mejores trucos para limpiar las llantas del coche, paso a paso, con materiales sencillos y sin complicarte la vida.
Materiales para limpiar las llantas del coche
Antes de empezar a limpiar las llantas, necesitas tener a mano una serie de materiales básicos, productos sencillos con los que puedes obtener resultados de 10. Estos son los imprescindibles:
- Cubo de agua, mejor si es grande, para que puedas enjuagar y aclarar varias veces.
- Esponja o bayeta de microfibra, lo mejor para aplicar el producto y frotar sin rayar la superficie.
- Cepillos suaves específicos para llantas, con cerdas que no dañan el acabado. Los que tienen forma curva o cónica son los mejores porque os ayudarán a llegar a todos los lados de la llanta.
- Trapo limpio para secar, mejor si usáis uno de microfibra o algodón, que absorba bien el agua sin dejar pelusa.
- Producto específico de limpieza de llantas. Tienes muchos en el mercado. Lo ideal es elegir uno que elimine restos de polvo de frenos, grasa y suciedad adherida.
Nuestro consejo es que, si limpias el coche en una estación de servicio, aproveches los sistemas de lavado a presión, pero con mucho cuidado, porque si usas agua a alta presión muy cerca de la llanta, podrías dañar el acabado si no está bien protegida.
Cómo limpiar las llantas del coche paso a paso
Ahora que ya tienes todo preparado, es momento de ponerse manos a la obra. A continuación os explicamos cómo limpiar las llantas del coche paso a paso, siguiendo un método fácil y eficaz:
- Rocía el producto limpiador sobre la llanta. Asegúrate de cubrir toda la superficie, incluyendo los huecos interiores y las partes tras los radios. Muchos productos tienen una fórmula que cambia de color cuando actúa sobre la suciedad, así que verás fácil cuando empieza a eliminar la suciedad.
- Espera el tiempo indicado por el fabricante, porque cada limpiador tiene su tiempo de acción, que suele estar entre 2 y 5 minutos. Es importante respetarlo para que el producto descomponga correctamente la grasa, el polvo de los frenos y demás residuos.
- Retira el producto con agua. Usa una manguera, un cubo o agua a presión (a distancia razonable). Con esto ya habremos eliminado gran parte de la suciedad sin necesidad de frotar en exceso.
- Repasa la llanta con un cepillo suave y agua limpia. Elimina los restos que hayan quedado incrustados. Pasa el cepillo por las juntas, los tornillos, el interior del aro… toda esa suciedad negra que se acumula saldrá sin problema si el producto ha hecho su trabajo.
- Seca la llanta con un trapo limpio y suave. No dejes que se seque al aire, porque quedarán marcas de agua. Seca también los recovecos y las zonas menos visibles. Con esto, además de un acabado limpio, evitaremos la corrosión por agua estancada.
Un truco para limpiar las llantas del coche: si vas a encerar el coche después, aprovecha para aplicar también un protector de llantas. Con esto, evitarás que la suciedad se adhiera tan fácilmente.
5 mejores trucos para limpiar tus llantas del coche
Además del método paso a paso que te hemos contado, existen algunos trucos para limpiar llantas que te pueden venir de maravilla. Aquí os dejamos nuestros favoritos.
1. Usa bicarbonato de sodio como limpiador natural
Si no tienes un producto específico o no quieres comprar uno, mezcla bicarbonato de sodio con agua hasta formar una pasta espesa. Aplícala con una esponja y déjala actuar unos minutos. Después, frota suavemente y aclara con agua. El bicarbonato elimina la grasa y los restos metálicos, y deja las llantas con un brillo natural sorprendente.
2. Vinagre blanco para llantas con restos de cal
Si vives en una zona con agua muy dura, puede que tus llantas tengan restos blancos de cal. En ese caso, mezcla partes iguales de vinagre blanco y agua caliente en un pulverizador. Rocía, deja actuar 5 minutos y aclara. El vinagre disuelve la cal sin dañar el acabado.
3. Cepillo de dientes viejo para las juntas
¿No puedes alcanzar bien alguna zona de la llanta o tiene un diseño algo complejo? Un cepillo de dientes viejo es muy útil aquí. Te permite llegar a las juntas, aros internos y tornillería sin rayar ni dañar nada.
4. Agua caliente con jabón neutro, siempre funciona
Aunque parezca básico, una mezcla de agua caliente con jabón neutro (el de lavar platos, por ejemplo) es muy eficaz para mantener el brillo y la limpieza regular de las llantas. Esto es de lo mejor si las limpias una vez por semana o justo después de lavar el coche.
5. Protector o sellador de llantas
Una vez limpias y secas, puedes aplicar un producto sellador para llantas. Esto lo que hace es, básicamente, crear una capa invisible que repele la suciedad, hacer que el polvo de frenos no se adhiera tan fácilmente y facilitar la limpieza en el futuro. Si conduces mucho, este truco te ahorrará tiempo y esfuerzo.
¿Qué es bueno echarle a las llantas para que brillen?
Uno de los remedios caseros más efectivos es una mezcla de bicarbonato de sodio y agua. Como te contábamos antes, basta con hacer una pasta y aplicarla con una esponja. Déjala actuar unos minutos, aclara y seca. El bicarbonato tiene un efecto abrillantador natural que elimina las manchas más y devuelve el brillo a la llanta sin dañar el material.
Si buscas algo más profesional, puedes utilizar un abrillantador comercial para llantas, que se vende en tiendas especializadas o gasolineras. Estos productos aportan una capa de brillo duradero, protegen frente al óxido y mejoran el acabado visual del coche. Así que ya lo que tu decides, tanto el método casero como comercial son buenos.
Cuidado: evita usar productos como KH7, amoniaco o desengrasantes industriales si no estás seguro de su compatibilidad con el material de tus llantas. Algunos acabados (como los cromados o lacados) los puedes dañar si el químico es demasiado agresivo.
Resumiendo todo lo que hemos visto:
- Usa productos adecuados y evita los productos agresivos no diseñados para llantas.
- Sigue el paso a paso y sécalas siempre después de limpiarlas.
- Aplica nuestros mejores trucos para limpiar llantas si quieres resultados extra.
- Y si buscas un brillo natural, el bicarbonato de sodio y el agua nunca fallan.
Para terminar, quizá te interese este artículo sobre cada cuánto cambiar las ruedas del coche, para un cuidado aún mejor. ¡Hasta la próxima!