Aprender cómo hacer una rotonda correctamente te va a ayudar a librarte de multas y accidentes, pero también mejorará la fluidez del tráfico, así que gastarás menos combustible. Hoy, os contamos cómo circular por las rotondas paso a paso, para que sepáis cómo hacer los giros correctamente y los errores a evitar.
Cómo se circula en las rotondas o glorietas de forma segura
Según la DGT, una parte significativa de los accidentes urbanos se producen en este tipo de intersecciones. La causa más habitual: una mala interpretación de las normas de prioridad o una elección incorrecta del carril.
Antes de nada, quédate con tres ideas básicas que conviene que tengas siempre presente:
- Quien ya está dentro de la rotonda tiene prioridad.
- No cruces carriles de forma brusca y mucho menos sin señalizar.
- La salida siempre se hace desde el carril derecho.
1. La forma correcta de entrar en una rotonda
Antes de entrar en una rotonda, debes ceder el paso a los vehículos que circulan por dentro. Esto significa que si viene un coche por tu izquierda, esperas. Y si la vía está libre, puedes acceder con calma.
Por lo tanto, tendrás que ir reduciendo la velocidad conforme a la señalización correspondiente cuando te estés acercando. Nunca deberás entrar a la rotonda si no estás totalmente seguro que lo puedes hacer sin peligro.
También es cierto que a veces se complica un poco la incorporación a la rotonda cuando hay algún obstáculo que afecta a la visibilidad, ya sean vehículos grandes o una pendiente. Si te ocurre esto, simplemente sigue los mismos pasos, reduce tu velocidad o detente hasta que vuelvas a tener visibilidad completa. Por último, es obligatorio acceder desde el carril derecho siempre y cuando esté libre y sea posible.
2. Dentro por carril exterior
Una vez dentro, la clave es mantener una trayectoria constante, no improvises. Aunque muchos conductores creen que pueden dar vueltas libres, el interior y el exterior tienen funciones diferentes.
El carril exterior (derecha) es el más seguro si vas a salir pronto o seguir recto, ya que te permite una maniobra más predecible y no tienes que cruzar carriles a última hora. El carril interior, en cambio, se usa cuando vas a dar más de media vuelta o cambiar de sentido. Cuidado. no puedes salir directamente desde él. Antes de abandonar la rotonda, deberás colocarte en el carril exterior con tiempo.
3. Saliendo desde la derecha
El tercer paso y quizá el más conflictivo, es cómo salir de una rotonda. El principio debería ser simple, solo puedes salir desde el carril derecho (exterior). Si estás en el carril interior y tu salida se acerca, deberás señalizar, ceder si es necesario y moverte al exterior antes de llegar a la salida.
Muchos accidentes se producen porque el conductor del carril interior intenta salir directamente cruzando por delante de otro coche. Es una maniobra peligrosa y sancionable. Por lo tanto, empieza a señalizar con el intermitente derecho una salida antes de la tuya. Así los demás sabrán que te dispones a abandonar la glorieta.
Por supuesto, ten cuidado con peatones o ciclistas que también tienen prioridad si hay un paso habilitado para salir.
¿Cómo se realiza un giro de rotonda?
Realizar un giro completo en una rotonda, lo que viene siendo dar la vuelta entera para hacer un cambio de sentido, requiere algo más de planificación, aunque tampoco mucha. Si ves que necesitas volver por la misma carretera por la que venías, sigue estos 5 pasos:
- Acércate por el carril izquierdo antes de entrar, siempre que haya más de un carril.
- Cede el paso a los vehículos que circulan por dentro.
- Una vez dentro, mantén el carril interior y señaliza con el intermitente izquierdo mientras giras.
- Cuando veas tu salida próxima, activa el intermitente derecho y desplázate con precaución al carril exterior.
- Finalmente, abandona la rotonda desde el carril derecho.
Recuerda, si te pasas la salida, no frenes ni gires de golpe, sigue una vuelta más y repite el proceso.
¿Hay diferencia entre circular en una rotonda de 2 y 3 carriles?
Sí, y bastante. Aunque la normativa general es la misma, el número de carriles cambia un poco la circulación por la glorieta. En una rotonda de dos carriles, el carril exterior se utiliza para salir en la primera salida, seguir de frente o continuar si no hay tráfico. El carril interior, en cambio, se usa para hacer giros a la izquierda, dar la vuelta completa o cambiar de sentido. Lo fundamental es no bloquear el exterior si no vas a salir pronto y no salir desde el interior sin cambiar de carril previamente.
En las rotondas grandes de 3 carriles, la cosa se complica un poco más. Aquí es esencial leer las señales horizontales o verticales, ya que suelen indicar qué carriles están destinados a cada dirección. Algunas incluso obligan a elegir carril antes de entrar. Te aconsejamos usar el derecho para la primera y segunda salida, el central para seguir recto o la tercera salida, y el interior para vueltas completas o cambios de sentido.
¿Cuál es un error común en una rotonda?
Si hay algo que todos hemos visto (y tal vez hecho alguna vez) es cometer errores dentro de una rotonda. Algunos son leves, otros pueden provocar accidentes. El más habitual es no usar los intermitentes, y es que no señalizar genera bastante confusión y estarías obligando a los demás a adivinar tus movimientos.
También hay otros errores que se suelen repetir, como cambiar de carril sin mirar, salir desde el carril interior, no respetar la prioridad, olvidar a los ciclistas y peatones, frenar en seco o quedarse parado dentro.
Aprender cómo hacer una rotonda es una habilidad que demuestra respeto por las normas, por los demás conductores y por tu propio coche. Una circulación fluida, sin frenazos ni acelerones, reduce el consumo de combustible, mejora la eficiencia del motor y alarga la vida útil de los frenos y neumáticos. No lo olvides: mira, señaliza, elige el carril y si dudas, da una vuelta más. ¡Hasta la próxima!

