Mantener tus ruedas en buen estado es una cuestión de seguridad, consumo y confort al volante. Muchas personas lo pasan por alto, pero debemos saber cómo comprobar la presión de los neumáticos, tendría ser un hábito tan común como repostar o limpiarte el parabrisas. Un neumático con la presión inadecuada puede aumentar el riesgo de accidente, hacer que consumas mucho más combustible e incluso desgastar aún más tus ruedas. Por lo tanto, hoy os contamos cómo hacerlo paso a paso y cada cuánto deberíais revisarla.
¿Cómo se comprueba la presión de los neumáticos?
Para saber cómo comprobar la presión de los neumáticos, solo tenemos que seguir estos 7 pasos, que son bastante sencillos y no te llevarán más que unos minutos.
1. Deben estar fríos
Lo primero que debes saber es que la presión de los neumáticos se mide siempre en frío. Por lo tanto, deberíais llevar varias horas parados o haber recorrido menos de 3 km a baja velocidad. ¿Por qué? Porque cuando los neumáticos están calientes, el aire en su interior se dilata y la presión aumenta artificialmente. Si los mides tras un viaje largo, los valores que leas en el manómetro no serán fiables.
Por lo tanto, si vas a revisar la presión de los neumáticos, hazlo siempre antes de ponerte en marcha o tras un trayecto muy corto.
2. Busca la etiqueta que marca la presión
Cada coche tiene una presión recomendada diferente, que depende del modelo, del peso y del tamaño de los neumáticos. Esa información ya te la ha marcado el fabricante en una etiqueta que suele estar en el marco de la puerta del conductor, en la tapa del depósito, o en el manual de usuario del vehículo. Verás números como «2,2 bar delante» y «2,0 bar detrás», esos son los valores de referencia. También puede haber diferentes presiones según si el coche va cargado (por ejemplo, en vacaciones) o si viajas solo.
3. Mide la presión con un manómetro
El manómetro es la herramienta que mide la presión de aire en los neumáticos. Puede estar integrado en la máquina de inflado de una gasolinera, en un compresor portátil o ser un aparato manual que compres en cualquier tienda de accesorios de automóvil. Lo importante es que sea preciso y esté calibrado.
4. Quita el tapón de la válvula y conecta el manómetro
Cada neumático tiene una válvula con un tapón de plástico o metal. Retíralo y guárdalo en un lugar seguro para que no se pierda. Después, coloca la boquilla del manómetro sobre la válvula y asegúrate de que encaje bien. Si oyes un silbido de aire saliendo, es que no lo has conectado bien, por lo que tienes que ajustarlo.
5. Lee la presión y ajusta
En la pantalla o en la aguja del manómetro aparecerá el valor de presión actual, así que compáralo con la cifra que viste en la etiqueta de tu coche. Si la presión es inferior a la recomendada, deberás inflar el neumático hasta alcanzar el valor correcto. Si es superior, tendrás que liberar un poco de aire presionando suavemente el interior de la válvula hasta que se ajuste.
Esto es lo más importante porque una presión baja aumenta el riesgo de reventón, incrementa el consumo de gasolina y desgasta tus neumáticos por los bordes. Por otro lado, una presión demasiado alta hace que el neumático pierda adherencia y se desgaste por el centro.
6. Coloca el tapón otra vez
Cuando hayas terminado, no olvides volver a poner el tapón de la válvula, es lo que la protege del polvo y la humedad, evitando fugas o averías.
7. Repite con cada neumático
El proceso debe hacerse en los cuatro neumáticos, y te diría que lo hagas hasta con la rueda de repuesto si la llevas. Así vas con la tranquilidad de que todo el conjunto está equilibrado y seguro.
¿Cada cuánto hay que revisar la presión de los neumáticos?
Por lo general, deberías revisar la presión de los neumáticos una vez al mes y siempre antes de un viaje largo. Ten en cuenta que los neumáticos pueden perder aire de forma natural, incluso sin pinchazos. Una pérdida de 0,1 o 0,2 bar al mes es completamente normal. Dicho esto, hay varias situaciones en la que deberías comprobarlo con mayor frecuencia:
- Cuando notas que el coche se desvía hacia un lado.
- Si conduces habitualmente por carreteras en mal estado.
- Tras un golpe con un bordillo o un bache profundo.
- Cuando pasamos a verano o invierno, porque los cambios de temperatura afectan a la presión.
¿Cómo se comprueba la presión de los neumáticos frío o caliente?
Como os hemos comentado, la presión debe revisarse siempre en frío. Pero ¿Qué pasa si solo tienes la opción de hacerlo tras un trayecto largo, cuando los neumáticos están calientes?
En ese caso, los fabricantes recomiendan añadir 0,3 bar adicionales a la presión indicada. Esto compensa la dilatación del aire por el calor. Por ejemplo, si tu coche indica 2,2 bar y mides la presión tras conducir 20 km, deberías dejarlo en 2,5 bar aproximadamente. Aún así, os seguimos recomendando que lo hagáis en frío.
¿Cómo comprobar la presión de los neumáticos en una gasolinera?
De primeras, no os recomendamos que comprobéis la presión en una gasolinera, porque básicamente es mejor hacerlo con la rueda en frío, y, aunque está el truco de añadir los 0,3 bar adicionales, es preferible hacerlo en casa antes de salir. Dicho esto, si igualmente lo queréis hacer en una gasolinera, hacedlo sin prisas, porque muchos conductores por vergüenza o falta de tiempo, lo hacen rápido y mal. Dedicadle unos minutos porque es importante:
- Aparca el coche de forma que el inflador llegue cómodamente a todos los neumáticos.
- Comprueba en la etiqueta del vehículo la presión recomendada.
- Retira el tapón de la válvula del primer neumático.
- Ajusta la boquilla del inflador y selecciona en la pantalla la presión deseada.
- Pulsa el gatillo para inflar hasta alcanzar el valor correcto.
- Repite con los cuatro neumáticos.
- Coloca de nuevo todos los tapones.
Ya sabes cómo comprobar la presión de los neumáticos paso a paso, algo sencillo, rápido y gratis. Conducir con la presión correcta reduce el riesgo de accidentes que puedas tener, mejora tu estabilidad, alarga la vida de tus ruedas y consumirás menos gasolina. La próxima vez que pases por una estación de servicio, recuerda que además de repostar también puedes regalarle una buena revisión de la presión. ¡Hasta la próxima!